De mente alemana y espiritu francés, los alsacianos son un pueblo amable y sencillo del centro de la vieja Europa. Cada vez que vuelvo a recorrer sus paisajes, afloran recuerdos de la infancia llenos de cerezas, grosellas, ciruelas y uvas...En esta ocasión el motivo de mi viaje era la boda de alguien muy especial para nuestra familia y quiero mostraros algunas de las tartas y presentaciones de las que disfrutamos los invitados. No era un menu propiamente vegetariano, claro está, pero lo vegetal reinó de manera indiscutible y pudimos comer un montón de exquisiteces que pasarán a engrosar mi lista de recuerdos inolvidables...
Comentarios